martes, 28 de febrero de 2012

Historias desde un autobús

Subí como todas las mañanas en el autobús de las 7'30 de la mañana para ir a trabajar. Y como siempre el autobús estaba hasta los topes de gente. Como siempre, como sardinas en lata. A todo esto se unía el gran frío que empezaba a hacer a estas alturas del invierno.

Pues como siempre, subí al autobús repleto de gente. Pero aun así logré pillar un sitio para poder sentarme. Pero mi gozo duró poco. Al poco tiempo, subió al autobús un pobre anciano que apenas se sostenía con su bastón. Y como me enorgullezco de la educación que me han dado mis padres y profesores, me levanté y cedí mi asiento a este pobre hombre; así que me tuve que agarrar bien a la barra que hay arriba en el medio del bus, intentando no moverme demasiado cuando el conductor daba alguno de sus frenazos.

Y cuál sería mi sorpresa cuando de repente veo en uno de los asientos de más atrás, a un chaval de no más de 16 años, felizmente sentado, como si nada ocurriese. Además tenía una sonrisa en su boca que contrastaba enormemente con las caras de sueño, frío y de pocos amigos que teníamos la mayoría que íbamos en el mismo autobús.

"¡Cómo se puede ser tan cínico, hombre!", pensé. Todos estábamos apretados en aquel autobús, y además yo había cedido mi asiento a un mayor, como me habían enseñado desde pequeño. Y ese chaval, joven, tan contento en su asiento, sin decir ni pío, simplemente con una sonrisa, como si no le importase nada... ¿Cómo podía existir gente así? ¿Dónde estaban quedando los valores?

Y a medida que lo iba pensando, más me iba encendiendo; estaba en ese momento que estallaba de ira, de indiginación... ¡Ese chaval necesitaba una buena lección de modales! Cómo pod.....

En ese momento, poco antes de parar el autobús en la siguiente parada, el señor que estaba a su lado se levantó, se agachó cerca de donde estaba el chaval y agarró unos hierros. La gente de alrededor se hizo a un lado. El autobús paró. Otro señor se acercó, y junto con aquél, levantaron al chaval del asiento, y lo llevaron hasta la silla de ruedas que acababa de montar su compañero. El chaval de la sonrisa en la boca no tenía piernas.

Se fue el chaval despidiéndose de los que estaban cerca a él y dando las gracias por haberle ayudado, y se fue... y siempre con una sonrisa en su boca.

Nada es lo que parece a simple vista. Nuestra percepción de las cosas, nuestra subjetividad nos puede hacer pasar muy malos ratos. No podemos ir por la vida de francotiradores sin conocer las buenas intenciones que seguro que todos tenemos. No podemos ir juzgando a las personas sin haber hecho el intento de haberlas entendido, de habernos puesto en su lugar. ¿Tan mal opinas de una persona? ¿Tan mal crees que se ha portado contigo o con los demás? ¿Crees que una persona puede ser tan mala para hacer daño a otra persona? ¿Tan mala concepción podemos tener de la naturaleza humana? Ponte en el lugar del otro, intenta comprender sus intenciones, haz el esfuerzo de acercarte a él... quizás te lleves una gran sorpresa. Ojalá nos esforcemos en mirar más allá de lo que tenemos ante nuestras narices. Intenta buscar la sonrisa escondida en la persona que se encuentra a tu lado.

lunes, 27 de febrero de 2012

Hermanos.

¿Odias a alguien? Seguramente... Bueno, quizás nos lleguemos al extremo de odiar, pero segurísimo que hay alguien a tu alrededor que no soportas, que no eres capaz de tragar... ¿Qué sientes cuando esa persona se te acerca? Podríamos calificarlo como un sentimiento de rechazo, de alejarnos, deseo de que esa persona nos deje en paz, que se "largue"... Digamos que sentimos una cierta sensación de "asco"... ¿Y por qué ese sentimiento? ¿Por qué me llevo mal con esa persona? Roces, incompatibilidades, a veces siempre nos queda cierto rencor por algo que nos hayan hecho y no hayamos sido capaces de perdonar, o simplemente porque sí, porque esa persona me cae mal y punto ¿no te ha pasado nunca? Y... ¿a qué nos pueden llevar todo esto? Obviamente a un rechazo, un mal trato, digamos que en el momento en el que nos empieza a hablar esa persona, rápidamente acabamos hasta la coronilla de ella, solo queremos mandarla a freír espárragos... Resumiendo, nos comportamos de malas maneras con ella y si lo que nos dice no nos gusta... Poco tardamos en empezar a reprender y a gritar como locos...
¿Te suena de algo? Esto nos ha pasado a todos... Y a mí el primero...
Pero luego me da por pensar... ¿Por qué me comporto así con esta persona? Es decir, a mí no me gustaría que me tratasen así... No creo que a nadie deba tratársele de malas maneras, por muy mal que me caiga, sigue siendo una persona como yo... Todos somos humanos, cada persona es como es, unos más alegres, otros más serios, más extrovertido o introvertido, más amable o menos amable y más o menos agradable, y es normal que no todo el mundo me caiga bien... Pero aún así todos somos personas, todos vivimos en el mismo mundo, bajo el mismo techo, todos compartimos un planeta, una raza, un tiempo, una vida... Digamos que ya sea por unas cosas u otras... Todos estamos conectados, podríamos llegar incluso a decir que de un modo u otro... Todos somos "hermanos" los unos de los otros... Cuando uno se da cuenta de que el que pasa por su lado en la calle, el que está sentado a tu lado en el bus o en el metro, es tu hermano, es cuando, te caiga bien o mal, surge un vínculo que te lleva a tratarle como tal... Esto no significa que desaparezcan los sentimientos de rabia, de rechazo... Sino que simplemente, estos sentimientos se ven de algún modo impotentes frente al cariño que surge ante un amor fraterno...

martes, 21 de febrero de 2012

Hay alguien que quiere dártelo todo...

Hay alguien que quiere dártelo todo, así es. Hay alguien que quiere hacerte todo lo feliz que puedas ser, que quiere darte siempre lo mejor para ti en cada instante de tu vida, aunque no te lo creas... Alguien que te ama como jamás te ha amado nadie, alguien que sabe todo de ti, y a pesar de ello... Te quiere. Tiene siempre tantísimo que ofrecer y no pide absolutamente nada a cambio... ¿Quieres saber quién es?
Como ya dijimos antes... Llámalo como quieras, destino, karma, Dios, incluso coincidencia... Pero es así, quiere dártelo todo, todo lo que siempre has soñado, quiere darte aquello que va a hacerte feliz siempre. Y no solo este "Ser" desea tu felicidad, sino que también está dispuesto a intervenir en tu vida, si tú le dejas, para ayudarte a conseguirlo, para caminar contigo en este camino.
Y aunque no le veamos, aunque no se haga presente físicamente, es cierto que está ahí... ¿Nunca has tenido una coincidencia, demasiado coincidencia? ¿A lo largo de tu vida no has visto cosas que parecían casi imposibles? ¿Has amado alguna vez...? Cree que lo que siente este Ser por ti, es amor, puro y duro... Y por eso mismo, no se va a separar de ti ni un solo instante, siempre estará a tu lado para ayudarte en cualquier cosa que necesites... Si tú le dejas. Cuenta con Él, te escucha siempre, y siempre responde... Aunque de la manera más extraña que te puedas imaginar o del modo más cotidiano... Tan solo hay que prestar un poco de atención.
Ponle a prueba, atrévete a hablar hoy con Él y simplemente estate un poco atento a tu día... ¿Escuchas algo?

jueves, 16 de febrero de 2012

¡Plenitud!

Bueno... ¿Y qué es aquello que nos da alegría? ¿Qué es aquello que nos hace ser felices? ¿Qué nos hace mirar el mundo con otros ojos...? La verdad que no tiene exactamente un nombre concreto... Digamos que puedes llamarlo de varias maneras, Dios, Buda, Alá, destino, karma... Escoge el que prefieras... Pero lo que puedo decirte es que es algo tangible, es algo que se puede sentir, que se puede tocar, que se puede vivir... Es algo tan cercano a ti como tú mismo, algo que te renueva por dentro, que te llena, que te hace sentir, ver y vivir de un modo totalmente distinto a como podías imaginártelo...
Y este sentimiento, es el que te lleva a lo que de verdad importa... Aquí es cuando coge importancia aquello que quieres, aquello por lo que tiene sentido luchar... Aquí... Es donde realmente cobra sentido la vida. Donde desaparecen los enfados por tonterías insignificantes, cuando uno es capaz de entregarse por completo a aquello por lo que cree que debe luchar... Y es que es verdad, este Dios, destino, karma o como quieras denominarlo, se puede vivir, y se puede vivir en plenitud, y te hará vivir en plenitud... Te hará sentir cosas que no has sentido nunca, y te hará sonreír de un modo que jamás lo has hecho, y te hará mirar lo que te rodea con ojos totalmente nuevos... ¿Has sentido algo así alguna vez? ¿Has encontrado aquello que te haga vivir así...? Y aunque no lo creas... Has nacido para vivir de esta manera, para vivir plenamente, has nacido para ser la persona más feliz que puedas llegar a ser, y hay Alguien o Algo, que lo único que quiere es tu felicidad... Ése es su máximo deseo...

lunes, 13 de febrero de 2012

¿Te atreves?

¿Cómo ves la vida? ¿Con qué ojos miras todo aquello que te rodea...? La verdad que actualmente, vivimos en un mundo que observa con pesimismo, con angustia... Digamos que todo va demasiado deprisa... Y este ritmo de vida, acaba por pasarnos factura, estrés, correr de un lado a otro todo el día, y todos los días... Pero la peor factura que te puede pasar, es la de perderte lo que de verdad es tu vida, es perderte el ahora, el aquí, este mismo instante, el saber disfrutar de cada uno de esos momentos...
Nosotros no somos diferentes, somos dos más como vosotros, estresados, que vivimos al límite, frustrados... Pero verdad, que nos gustaría compartir con vosotros aquello que nos calma, que nos sosiega, aquello que de verdad nos hace darnos cuenta de que todo aquello que te rodea, es vida y amor, es felicidad y alegría... Y la verdad que la única y mejor manera que se nos ocurre para mostrarlo al mundo... Es esta... ¡Simplemente gritándolo! ¿Te atreves a escucharnos?